LA ELIMINACIÓN DE OBSTÁCULOS EN LOS RÍOS, ¿UN TEMA DE FUTURO?

  1. INTRODUCCIÓN

A lo largo de los años se han construido obstáculos transversales en los ríos coincidiendo con el incremento de los aprovechamientos hidráulicos. En la actualidad, en nuestro país un número significativo de ellos se encuentran abandonados o fuera de servicio.

Azud Menjú Cieza Abarán

Azud de el Menjú en el río Segura, entre las localidades de Cieza y Abarán

Opino que la eliminación de obstáculos en los ríos es un tema de futuro. De hecho, ya están empezando a derribarse algunos de ellos en nuestros ríos. Y derribar un obstáculo en un río tiene un impacto, por ejemplo ambiental en el caso de una presa, debido a los sedimentos que se han acumulado en el vaso del embalse, que se van a movilizar con la retirada de la obra, y que van a acabar distribuyéndose a lo largo del río.

El río es un sistema dinámico que acomodará su geometría a las condiciones nuevas tras la retirada del obstáculo. Se ha de estudiar los efectos que pueda tener esta intervención. Y es la ingeniería fluvial la que estudia los efectos de una intervención en el río (como elemento de la naturaleza, no creado por el hombre, a diferencia de un canal). Los ríos evolucionan y reaccionan ante la intervención humana, ya sea ésta de obstruir o de liberar.

Por otra parte, los usos del suelo aguas abajo de una presa suelen cambiar con el paso del tiempo (desarrollos agrícolas, urbanizaciones, ocupación de las llanuras de inundación por vías de comunicación, etc.) circunstancia que habrá que tener en cuenta si se va a demoler la infraestructura hidráulica, ya que esos nuevos usos (que antes no existían) se han ido aproximando cada vez más a los cauces de los ríos. Por lo tanto, ese intento por naturalizar el río hay que hacerlo de forma compatible con las nuevas circunstancias.

  1. MARCO LEGAL

La legislación española contempla desde 1967 en la Instrucción para el Proyecto, Construcción y Explotación de Grandes Presas, en su artículo 100 Abandono y demolición de presas, la aprobación de un plan de obras cuando sea necesario proceder al abandono o demolición de una presa, tomando las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de dicha zona, por parte de la Administración.

En la modificación del año 2012 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico de 1986 se añade el artículo 165 bis Particularidades para los aprovechamientos hidroeléctricos, que cita la realización de una propuesta razonada sobre el futuro del aprovechamiento a extinguir y que incluya entre otros aspectos la gestión o en su caso demolición de las infraestructuras e instalaciones que deben revertir al Estado.

El Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses de 1996, en su artículo 35 Puesta fuera de servicio, cita la redacción de un proyecto que defina los trabajos a realizar para la puesta fuera de servicio de una presa o embalse, así como las condiciones en que ha de quedar su zona de influencia. Y el proyecto debe ser aprobado por la Administración.

El Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas, en su artículo 53. Extinción del derecho al uso privativo, apartado 4 cita:

Al extinguirse el derecho concesional, revertirán a la Administración competente gratuitamente y libres de cargas cuantas obras hubieran sido construidas dentro del dominio público hidráulico para la explotación del aprovechamiento, sin perjuicio del cumplimiento de las condiciones estipuladas en el documento concesional.

Y en su artículo 66. Caducidad de las concesiones, cita:

  1. Las concesiones podrán declararse caducadas por incumplimiento de cualquiera de las condiciones esenciales o plazos en ella previstos.
  2. Asimismo el derecho al uso privativo de las aguas, cualquiera que sea el título de su adquisición, podrá declararse caducado por la interrupción permanente de la explotación durante tres años consecutivos siempre que aquélla sea imputable al titular.

Mientras que la Norma Técnica de Seguridad para la Explotación, Revisiones de Seguridad y Puesta Fuera de Servicio de Presas y Embalses, en calidad de borrador con fecha julio de 2011 desarrolla en sus artículos 39 a 44 los criterios básicos, las obligaciones del titular en relación con la puesta fuera de servicio de la presa o embalse, el inicio y finalización de la fase de puesta fuera de servicio, el proyecto de puesta fuera de servicio, la ejecución de las obras y la inspección final.

  1. PERO ¿POR QUÉ DEMOLER UN OBSTÁCULO EN UN RÍO?

En ocasiones, los propietarios eligen demoler los obstáculos en los ríos por razones ligadas a motivos económicos y de seguridad, principalmente ocasionados por la edad de sus instalaciones y por el coste de su mantenimiento. Una cantidad significativa de presas construidas antes de los años 60 están llegando al final de su vida útil (de acuerdo con la Association of State Dam Safety Officials, http://www.damsafety.org/ las presas tienen una vida media de 50 años), por lo que se hace preciso poner este tema encima de la mesa.

La colmatación del lecho del embalse y, por tanto, un menor almacenamiento de agua hace que se reduzca y encarezca la producción de energía, el control de avenidas y la capacidad de riego y abastecimiento.

Por otro lado, el cumplimiento de una normativa ambiental y de seguridad cada vez más exigente hace que aumente la probabilidad de que el propietario empiece a pensar en el abandono de la instalación. En algunas presas sin rentabilidad de aprovechamiento lo habitual ha sido el abandono de las mismas, incumpliendo la legislación.

Otro motivo es la reducción de las subvenciones recibidas (agricultura, minería, eléctricas, abastecimiento,…) que favorecen disponer del agua a un coste inferior al que debería cobrarse. El pago de un precio más ajustado a la realidad ha hecho que las compañías privadas se aproximen al coste de lo que verdaderamente valen los recursos naturales públicos, de los que se han beneficiado anteriormente. Y es que las subvenciones públicas pueden estar camuflando una realidad económica poco favorable.

La normativa autonómica también habla de demoler los obstáculos artificiales en desuso. Las confederaciones están abriendo expedientes de caducidad de concesiones. El incumplimiento del régimen de caudales ecológicos puede ser motivo suficiente para la demolición (parcial o total) de un obstáculo.

En ocasiones, la demolición de un azud puede resultar complicada si el río se encuentra encajado justo en ese tramo, dificultando el acceso de maquinaria pesada a la zona. En otras ocasiones puede resultar sencillo ejecutar un paso en un azud aprovechando una derivación existente que se encuentra fuera de uso, o mediante la retirada de una compuerta, etc.

Surge una pregunta de interés ¿Cuánto tiempo puede tardar la tramitación administrativa para la puesta fuera de servicio de una presa en España? Si se supone que la declaración de caducidad de la concesión tarda 2 años, que la contratación y tramitación del proyecto de puesta fuera de servicio lleva otros 2 años, que la evaluación de impacto ambiental tarda 2 años y la licitación de la obra un año, pues al final serían necesarios al menos 7 años, si no surgen imprevistos.

Obstáculos ríos

  1. ALGUNAS EXPERIENCIAS EN ESPAÑA

En España existen más de 1200 grandes presas y más de 7.000 pequeños obstáculos en nuestros ríos. De las más de mil doscientas grandes presas existentes, unas cuatrocientas son de titularidad estatal, unas trescientas de las hidroeléctricas, unas doscientas de los ayuntamientos y unas trescientas pertenecen a particulares.

La mayor parte de las presas existentes desempeñan una labor importante que permite el abastecimiento a poblaciones, el regadío, la producción hidroeléctrica, la defensa contra inundaciones, etc.

Desde hace algunos años hay propuestas de demoler decenas de presas por carecer de uso (la concesión ha caducado, no cumple la función para la que había sido concebida,…), por quedarse obsoletas (mal estado,…) o por causar fuerte impacto ambiental (fragmentación de hábitats piscícolas, tramos afectados por detracción de caudales, etc.)

En algunos Organismos de cuenca se han abierto expedientes de caducidad de la concesión del agua, siendo éste el primer paso para poder demoler el obstáculo asociado al aprovechamiento. Cuando los obstáculos llevan más de tres años sin ningún tipo de uso, se dan las condiciones legales que permiten a los Organismos de cuenca extinguir el derecho de los aprovechamientos hidráulicos correspondientes, y proceder a la retirada de dichos obstáculos transversales (azudes abandonados o sin uso,…) En estas actuaciones los Organismos de cuenca suelen respetar los edificios (molinos,…) que se encuentran anejos al obstáculo a retirar, tanto si se encuentran en buen estado, como si tienen interés cultural.

Algunos Organismos de cuenca también están procediendo a la eliminación o al retranqueo de motas con el objetivo de que los ríos puedan recuperar su conexión lateral, es decir, su cauce natural y sus llanuras de inundación y poder así disipar las avenidas de una manera más natural y efectiva, aportar limos a los terrenos que se anegan y recargar los acuíferos.

Existen presas que, o bien se quedaron obsoletas o bien nunca desempeñaron la función inicialmente prevista como por ejemplo la Presa del Pontón de la Oliva en el río Lozoya. Construida por el Canal de Isabel II y que nunca llegó a explotarse debido a las filtraciones del vaso del embalse. En la actualidad es monumento histórico, clasificado con categoría A y con plan de emergencia aprobado.

A veces los proyectos de puesta fuera de servicio de presas se presentan unidos al proyecto de ejecución de una nueva presa que embebe la anterior, como por ejemplo la Presa de Usoz en el río Irati, que ha quedado embebida por el embalse de Itoiz. El proyecto de puesta fuera se servicio consistió en retirar los elementos que podían contaminar las aguas del embalse de Itoiz y condicionar la explotación y navegabilidad del mismo (desagües de fondo, elementos de la coronación, compuertas, equipos hidráulicos, cristales, etc.)

En el marco de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos se han demolido más de 150 azudes obsoletos en los últimos años.

En España se han retirado con éxito represas en desuso y otros obstáculos transversales. Está comenzando el interés por volver a conectar meandros abandonados, como en el caso del río Arga, en Navarra.

En Cataluña se ha rebajado la altura de la presa de Lladres y se han realizado aberturas en diversas presas con el fin de recuperar parte del caudal de los ríos y lagos de alta montaña, gravemente afectados también por la sobreexplotación eléctrica.

La Agència Catalana de l’Aigua ha desarrollado una metodología de valoración biológica e hidromorfológica de las masas de agua. Concretamente el protocolo relativo a la conectividad fluvial, que tiene en cuenta tanto la variable de altura del obstáculo como la profundidad aguas abajo. La documentación se puede descargar en la siguiente dirección web:

http://aca-web.gencat.cat/aca/appmanager/aca/aca?_nfpb=true&_pageLabel=P1206254461208200588613&profileLocale=es

La presa del Huerva (Zaragoza), ejemplo de presa sin mantenimiento, vio solicitada su demolición en el 2002 por los propios regantes que la utilizan, ante la imposibilidad de hacer frente a los costes de explotación.

La demolición del azud de la Gotera en el marco del Programa de Conservación y Mantenimiento de Cauces de la cuenca del Duero, que forma parte de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, tiene como finalidad la mejora de la continuidad longitudinal del río.

Otro ejemplo es la mejora ecológica del río Órbigo, dentro de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, con actuaciones en el tramo de cabecera consistentes en la eliminación y retranqueo de obstáculos laterales (motas y escolleras), en la recuperación de brazos secundarios y de llanura de inundación, así como en la mejora de la continuidad longitudinal mediante la eliminación de obstáculos transversales y la construcción de dispositivos de paso para peces (permeabilización en el azud de Alcoba, rampas,…)

El proyecto LIFE+ SEGURA RIVERLINK se está llevando a cabo en un tramo de los ríos Segura y Moratalla e incluye algunas áreas de la Red Natura 2000. Y trata de mejorar y fortalecer la conectividad entre los ecosistemas naturales mediante una serie de actuaciones encaminadas a acercar el río a su estado natural. Para ello se están empleando técnicas para permeabilizar los obstáculos como la demolición de un azud en desuso y la construcción de escalas de peces. Todas estas actuaciones llevan aparejadas una restauración ecológica de las riberas. Cuenta con un programa de monitoreo para el seguimiento de indicadores (hidromorfológicos,…) que permitirá evaluar los resultados obtenidos. Se contempla la creación de una red de custodia del territorio, un programa de voluntariado y otro de educación ambiental para concienciar a la sociedad de la importancia de conservar los ecosistemas fluviales y fomentar su participación activa.

  1. ¿QUÉ SE HACE EN OTROS PAISES?

Desde 1912 se han demolido más de 700 presas en Estados Unidos, principalmente por motivos de seguridad y económicos.

Algunos países de la Unión Europea (UE) han destacado por su política de restauración fluvial. Ya antes de promulgarse la Directiva Marco del Agua en el año 2000, que exige la conservación del buen estado ecológico de los ríos de la UE, se habían llevado a cabo actuaciones importantes.

En la UE, Francia ha sido un país pionero en la demolición de obstáculos. En 1998 se eliminaron dos en la cuenca del Loira para favorecer la recuperación del salmón atlántico en la zona.

En el caso de Suiza, un país cuyos ríos habían sido canalizados sistemáticamente ya desde el siglo XIX, se propone naturalizar los ríos retirando los materiales duros de las márgenes y propiciando el ensanchamiento del cauce.

El río Danubio, al este de Viena, es un río aluvial, que en el pasado fue un río trenzado (deltas interiores europeos), pero que se acabó convirtiendo en un río de cauce único, para favorecer la navegación fluvial. En este río se han desmontado espigones y defensas de orilla, y se está facilitando la entrada de agua a los brazos abandonados. Esta política de restauración se ha hecho en coordinación con la autoridad de navegación fluvial, que ha cedido en algún punto de los intereses del transporte fluvial que representa.

  1. PROPUESTAS DE ACTUACIONES PARA LA MEJORA DE LA CONECTIVIDAD EN LOS RÍOS

1) En España se han realizado campañas con la finalidad de completar y unificar los inventarios de obstáculos (a nivel de Comunidades Autónomas y de Confederaciones Hidrográficas). En estos inventarios es útil incluir tres cosas:

  1. a) El uso actual de la infraestructura,
  2. b) La permeabilidad para los peces y sedimentos,
  3. c) El estado de las concesiones de agua asociadas (algunas están caducadas).

Es importante que la consulta de los inventarios de obstáculos en los ríos esté accesible al público en general para favorecer la participación ciudadana.

Disponer de una información de base adecuada sobre los elementos que podría ser necesario permeabilizar constituye el primer paso en una planificación adecuada de futuras actuaciones, que integre criterios tan relevantes como el beneficio ambiental que podría generarse y la racionalización de los costes asociados.

2) Controlar que se respetan los caudales ecológicos por parte del concesionario.

3) Revisar los derechos concesionales de uso de agua asociados a obstáculos fluviales y garantizar que se retiren cuando hayan caducado por ley, garantizando que los volúmenes revierten al río.

4) Dotar al planeamiento urbanístico de una base científica fluvial (delimitación y continuidad del territorio fluvial, cambios de usos en territorio fluvial,…). Un problema grave y actual de los ríos es territorial, al estar sometidos a una enorme presión sobre el espacio fluvial. Los políticos, los técnicos y los responsables de la gestión deberían ser los primeros en formarse en el tema fluvial.

5) Reestablecer el verdadero espacio fluvial del río de forma compatible con los usos actuales. Cuando se permite al río recuperar el régimen de caudales (líquido y sólido) y el espacio fluvial, el propio río tiene la capacidad de naturalizarse con el paso del tiempo.

6) Incluir en los nuevos proyectos de presas soluciones útiles para que la fauna pueda atravesarlas. Y lo mismo con los sedimentos.

7) Incluir la demolición de las presas en los programas de medidas de los Planes Hidrológicos de Cuenca.

8) Desarrollar pormenorizadamente y con claridad en las nuevas normas de seguridad de presas los criterios de obsolescencia, caducidad, etc.

9) En la actualidad existe desconocimiento de la dinámica hidrogeomorfológica fluvial, así que se propone la formación de especialistas en geomorfología fluvial aplicada, la educación y la divulgación orientadas a la protección del territorio fluvial.

Y para finalizar es importante apuntar que, en ocasiones, lo que hay que hacer es no intervenir, por ejemplo cuando se trata de obstáculos que pueden generar impactos ambientales negativos al ser permeabilizados (expansión de especies alóctonas, desplazamiento de especies amenazadas,…) o que tienen buenos índices de conectividad fluvial, o que sencillamente se trata de un río sin comunidades piscícolas relevantes.

  1. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1) Palmeri F. et al. 2002. Manual de técnicas de ingeniería naturalística en ámbito fluvial. Administración de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente.

2) Real M. et al. 2006. Protocolo para la valoración de la calidad hidromorfológica de los ríos. Agència Catalana de l’Aigua.

3) Martín Vide J. P. 2006. Ingeniería de ríos. Universidad Politécnica de Cataluña.

4) González de Tánago M. et al. 2007. Guía metodológica para la elaboración de proyectos de restauración de ríos. Ministerio de Medio Ambiente.

5) Magdaleno F. 2009. Manual de Técnicas de restauración fluvial. CEDEX.