EL PRECIO DEL AGUA SUPERFICIAL PARA RIEGO Y SU IMPACTO EN EL CONSUMO

Noria Grande en Abarán

Figura 1. Noria Grande en Abarán al servicio del riego tradicional.

  1. INTRODUCCIÓN

El precio del agua afecta significativamente a su consumo. Una de las cosas que más nos duele a las personas es que nos toquen el bolsillo.

Ante la pregunta ¿Es posible reducir las presiones sobre el medio hídrico y mantener el crecimiento económico? La Unión Europea propone encontrar una respuesta en el precio real del agua.

El Libro Blanco del Agua (1998) reconocía que la administración hidráulica española no ha tenido en cuenta el precio del agua de forma adecuada.

El principal consumidor de recursos hídricos en España es el sector agrícola. Es una realidad que este gran consumidor de recursos hídricos no está sometido al mismo nivel de control que los usuarios de abastecimiento urbano. Se trata de una asignatura pendiente en todas las cuencas hidrográficas españolas. Es importante tener en cuenta que en los últimos cien años, la superficie de regadío se ha triplicado en España.

Evolución de la superficie de regadío en España

Gráfico 1. Evolución de la superficie de regadío en España.

Los precios bajos del agua superficial para riego en España no reflejan la escasez del recurso y no incentivan el ahorro del agua, ni la eficiencia agrícola. España es un país donde son frecuentes las situaciones de sequía, donde existen unos altos niveles de demanda de agua que se traducen en presión sobre los recursos hídricos y el medio natural y en donde se dan situaciones de mala gobernanza en materia de gestión del agua. Y todo ello agravado por un escenario de cambio climático.

En el año 2002 Francia pagaba el agua de riego a 0,25 €/m3, en España el precio medio del agua superficial para riego era de 0,02 €/m3 ¿este precio favorece el desarrollo de una agricultura eficiente que ahorra agua? Desde mi punto de vista no.

Entonces a mí me gustaría lanzar un reto a los economistas ambientales para que respondan a esta pregunta, ¿cuál debería ser el precio real del agua superficial para regar en España en €/m3? Y otra pregunta al resto de economistas ¿cuánto deberían bajar los intermediarios sus márgenes de beneficio para que los agricultores pudieran vender su producción a unos precios dignos y asumir el coste real del agua?

La variabilidad de los precios del agua es verdaderamente asombrosa, por ejemplo, en la cuenca del Segura el coste puede variar desde valores cercanos a 0,01 €/m3 (agua superficial) hasta valores de 0,40 €/m3  (agua subterránea). Y el caso límite serían aquellas parcelas, que se sabe de su existencia, con pozos para regar en las que el precio del agua se reduce al coste energético del bombeo.

  1. LA DIRECTIVA MARCO Y EL PRECIO DEL AGUA

Hasta hace pocos años, el análisis de costes y de la recuperación de costes de los servicios del ciclo integral del agua era un aspecto novedoso en la planificación hidrológica de una cuenca.

El artículo 9 de la Directiva Marco del Agua (DMA) considera la necesidad de tener en cuenta el principio de recuperación de costes y que los precios sirvan como incentivo para mejorar la eficiencia en el uso del agua y así ayudar a conseguir los objetivos ambientales.

Los precios deben permitir recuperar los costes que supone poner el recurso a disposición de los usuarios, reflejando la escasez y los costes de reponer y garantizar la calidad ambiental del medio hídrico.

A la hora de establecer las tarifas del agua, la administración hidráulica española debe tener en cuenta el artículo 9 de la DMA Recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua:

 “…Los Estados miembros garantizarán, a más tardar en 2010:

– que la política de precios del agua proporcione incentivos adecuados para que los usuarios utilicen de forma eficiente los recursos hídricos y, por tanto, contribuyan a los objetivos medioambientales de la presente Directiva,

– una contribución adecuada de los diversos usos del agua, desglosados, al menos, en industria, hogares y agricultura, a la recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua, basada en el análisis económico efectuado con arreglo al anexo III y teniendo en cuenta el principio de que quien contamina paga.”

Para poder aplicar el principio de recuperación de costes de la DMA es necesario mejorar la transparencia en la información sobre:

– Los costes reales de la prestación de los servicios de agua,

– Los pagos realizados por parte de los usuarios,

– Los consumos reales de agua,

– Ayudas y subvenciones recibidas,

– Estructuras tarifarias.

Con esta información se debe realizar un diagnóstico sobre los problemas que se detecten y así poder tomar medidas para mejorar la situación. La tendencia debería ser un pacto nacional para asumir los costes reales del agua. El precio del agua debe ser un instrumento de gestión y no se debe usar políticamente. Se necesitan unas normas a escala nacional, es decir, un marco legal realista y que se aplique con independencia de criterio.

  1. LOS COSTES AMBIENTALES

Según la Guía Wateco (2002) los costes ambientales hacen referencia a “los costes del daño que los usos del agua imponen sobre el medio ambiente y los ecosistemas y sobre aquellos que usan el medio ambiente”.

Los costes ambientales en el contexto de la DMA se pueden considerar como:

Costes de las medidas adoptadas para evitar, prevenir o reparar daños a los ecosistemas derivados del uso del agua. Se trata de pagar por las medidas de protección y mejora de los ecosistemas, y por recuperar la calidad ambiental de los ríos, acuíferos, aguas de transición y costeras, además de pagar por los servicios de agua. En definitiva, considerar el coste de las medidas que permiten mantener o alcanzar el buen estado de las masas de agua requerido por la DMA.

Costes de escasez asociados a los costes de oportunidad a la que se renuncia cuando un recurso escaso es asignado a un uso en lugar de a otros posibles. Es decir, hay competencia por el agua y hay usos del agua alternativos que generan un valor económico o ambiental mayor que el uso presente o previsto para el futuro. Puede haber distintas razones por las que esto se produce como los derechos históricos en el uso del agua (Brouwer, 2004). La eficiencia en la gestión del recurso exige que se conozcan e incorporen los costes de oportunidad del recurso en las decisiones.

Dos son los componentes que hay que analizar:

  1. Físico o de disponibilidad de agua en el espacio y en el tiempo.
  2. Económico, de demandas económicas para su uso y demandas ambientales.

Se trata de determinar el valor económico de las “oportunidades” perdidas por los usos económicos y la mejora en la eficiencia económica en la asignación del recurso como un instrumento con el que reducir las presiones sobre el medio hídrico y mantener el crecimiento económico.

Todo esto significa incluir no solo los daños generados, que pueden estar valorados por el mercado, como la repercusión de la sobreexplotación de acuíferos sobre los márgenes de los regantes o el aumento del coste de potabilización por la contaminación por nitratos; sino también otros no valorados por el mercado como los ecosistemas, los usos recreativos, etc.

La valoración ambiental en España lleva asociadas numerosas dificultades derivadas del hecho de que existen pocos estudios de valoración, que son además parciales y dependientes del contexto en el que se apliquen.

  1. LOS COSTES DE LOS SERVICIOS DE AGUA

Se ha estimado que el valor de los servicios prestados por los diferentes agentes en el sector del agua en España en 2002 ha sido de 6330 millones de euros, de los cuales, 1266 millones de euros se destinaron a servicios de distribución de agua de riego, tal y como muestra la tabla siguiente:

Coste de los servicios del agua en España 2002

Tabla 1. Coste de los servicios del agua en España 2002

Un aspecto destacable es el valor bajo de los servicios en “alta” (Captación, extracción, embalse y transporte) ya que estos sólo representan un 7% del total, en aguas superficiales, y un 8% del total, en aguas subterráneas. Este hecho ha empezado a variar en los últimos años, ya que se utilizan fuentes de agua más caras como la desalación y la reutilización.

  1. PROPUESTA DE FORMULACIÓN PARA ESTABLECER EL PRECIO DEL AGUA SUPERFICIAL PARA RIEGO

Siguiendo los argumentos de la DMA, se propone una formulación sencilla para estimar el precio del agua superficial para riego. La fórmula que se propone consta de dos sumandos, el primero recoge los costes del servicio asociados a la distribución del agua, el mantenimiento, la conservación y la amortización de las obras hidráulicas; estos costes serían proporcionales a la superficie puesta en regadío y al volumen de agua real consumido y medido en campo. El segundo sumando representa a los costes ambientales que deben incluir el coste de las medidas que permiten mantener o alcanzar el buen estado de las masas de agua requerido por la DMA y los costes de escasez asociados a los costes de oportunidad.

P = C*K*V + I

Siendo:

P = Precio del agua superficial para riego (€/m3),

C = Coeficiente de los costes del servicio, que depende del coste de distribución de agua de riego, del coste de mantenimiento y conservación de las infraestructuras y de la amortización de las obras,

K = Función variable con la superficie a regar (*),

(*) K = 0,8 + 0,325*Ln(A + 1)

A = Superficie de riego (ha),

V = Volumen de agua real consumido y medido en el terreno en (m3/ha/año),

I = Costes ambientales que incluyen costes de las medidas y costes de escasez (€/m3)

En esta formulación el tipo de cultivo se tiene en cuenta de forma indirecta a través del volumen de agua real consumido.

La formulación es mejorable obviamente, y tiene tres objetivos fundamentales:

1) Tomar conciencia de la necesidad de medir bien el consumo real de agua superficial para riego.

2) Incentivar el ahorro de agua, ya que pagará menos el que sea más eficiente.

3) Respetar el medio ambiente y concienciar de que hay que pagar por contaminar.

Pasamos a ilustrar con un par de ejemplos la formulación propuesta. Supongamos que en una cuenca hidrográfica española hay cinco agricultores que pertenecen a una misma comunidad de regantes, y que se deciden por plantar el mismo cultivo de frutales para los próximos años.

Tras realizar los estudios económicos correspondientes se llegó a la conclusión que el coeficiente a aplicar a los costes del servicio de agua para riego en esa comunidad era de 0,000002.

Por otra parte, los economistas ambientales han valorado los costes ambientales que incluyen los costes de las medidas para mantener el buen estado del acuífero subyacente (que recibe nitratos) y los costes de oportunidad, estimando un precio de 0,02 €/m3.

Los agricultores tienen en producción las siguientes superficies de regadío:

Superficies de regadío

Tabla 2. Superficies de regadío.

En este primer ejemplo todos los agricultores están consumiendo el mismo volumen de agua, que se ha medido y que es de 6000 m3/ha/año.

Los valores del coeficiente K, para cada superficie de riego son:

Valores del coeficiente K para cada superficie

Tabla 3. Valores del coeficiente K para cada superficie.

Aplicando la fórmula propuesta, el precio del agua que tendría que pagar cada agricultor sería el siguiente:

Precio del agua en el primer caso

Tabla 4. Precio del agua en el primer año.

Y por lo tanto, el coste del agua de todo el año sería:

Gasto anual en agua en el primer caso

Tabla 5. Gasto anual en agua en el primer año.

Tras la experiencia de este primer año, los agricultores 3, 4 y 5 deciden invertir en eficiencia y ahorrar más agua y consiguen rebajar el consumo a 4500 m3/ha/año.

En consecuencia, este segundo año el coste del agua ha sido:

Precio del agua y gasto anual en el segundo caso

   Tabla 6. Precio del agua y gasto anual en el segundo año.

Comparando gráficamente los resultados obtenidos se aprecia cómo influye el ahorro del agua en el coste anual:

Gasto anual en agua superficial de riego en función de la superficie y del consumo

Gráfico 2. Gasto anual en agua superficial de riego en función de la superficie y del consumo.

  1. CONCLUSIONES

El principal consumidor de recursos hídricos en España es el sector agrícola. En los últimos cien años, la superficie de regadío se ha triplicado.

Es posible incentivar el ahorro del agua y la eficiencia agrícola estableciendo unos precios reales del agua en un marco legal regulatorio y económico-financiero estable e independiente, al margen de las presiones políticas.

Se ha planteado una formulación sencilla para estimar el precio del agua, teniendo en cuenta no sólo los costes del servicio que supone poner el recurso a disposición de los usuarios, sino que también los costes de escasez y los costes de reponer y garantizar la calidad ambiental del medio hídrico. Para estimar los costes ambientales se necesitan realizar estudios con rigor por economistas y ambientalistas en España.

La formulación propuesta tiene tres objetivos fundamentales:

1) Tomar conciencia de la necesidad de medir bien el consumo real de agua superficial para riego.

2) Incentivar el ahorro de agua, ya que pagará menos el que sea más eficiente.

3) Respetar el medio ambiente y concienciar de que hay que pagar por contaminar.

  1. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1) Maestu, J. et al. 2007. Precios y costes de los servicios de agua en España. Informe integrado de recuperación de costes de los servicios de agua en España. Artículo 5 y Anejo III de la Directiva Marco de Agua. Ministerio de Medio Ambiente.

2) Observatorio de las Políticas del Agua, 2014. Evaluación del primer ciclo de planificación hidrológica en España en aplicación de la Directiva Marco del Agua. Fundación Nueva Cultura del Agua.