INUNDACIONES EN LA ZONA NORTE DE MURCIA

NECESIDAD DE UN INTERCEPTOR CAPAZ DE DRENAR EL AGUA Y LOS SEDIMENTOS

INTRODUCCIÓN

Las inundaciones constituyen uno de los males constantes de Murcia. Este problema no ha sido superado ni tenido en cuenta en el momento de realizar el diseño urbanístico de la ciudad. Las riadas se producen sistemáticamente en determinadas zonas del municipio debido a una mala planificación urbanística. Se ha crecido pero no se han construido las infraestructuras hidráulicas necesarias para drenar eficientemente las aguas pluviales.

Es suficiente una precipitación de 50 mm en un par de horas para crear un auténtico caos en algunas zonas del municipio anegando bajos comerciales, aparcamientos subterráneos, calles, etc. provocando problemas vecinales para acceder a las zonas más bajas. En ocasiones hasta los coches de la Policía quedan inmovilizados por la altura de agua alcanzada. Son los vecinos de Murcia los que acaban pagando las consecuencias de las malas prácticas de las administraciones y de las empresas responsables.

Con el objetivo de acabar definitivamente con las inundaciones por fuertes lluvias y solucionar los problemas ocasionados en las pedanías del norte de Murcia: Espinardo, El Puntal, Churra y Cabezo de Torres, el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Segura impulsaron el Plan Especial de Infraestructuras Hidráulicas de la Zona Norte de Murcia, con un presupuesto estimado de 90 millones de euros. El Consistorio ya ha invertido 8 millones de euros para la construcción de dos tramos del interceptor de pluviales de la Zona Norte.

Se trata de una infraestructura hidráulica subterránea cuyo objetivo es captar el agua de las ramblas de Espinardo, El Puntal, Churra y Cabezo de Torres antes de que llegue a los barrios y canalizarla de forma controlada hasta verterla al río Segura, a lo largo de casi 7 kilómetros de conducciones. Los caudales varían desde los 4 m3/s de algunas ramblas pequeñas hasta los más de 40 m3/s de las ramblas grandes.

PROBLEMÁTICA EN LA ZONA DE ESPINARDO

Centrándonos en la zona de Espinardo ocurre que cada vez que llueve con carácter fuerte, la rambla de Espinardo inunda el pueblo. Los residentes y comerciantes indignados critican la falta de previsión municipal.

El trazado de la rambla arranca en el Campus de Espinardo, avanza bordeando la colina en la que se encuentra el parque de Terra Natura, y cuando llega al pueblo de Espinardo el encauzamiento de la rambla se interrumpe y todo el volumen de escorrentía avanza a modo de flujo superficial por las calles de la localidad.

En la calle Calvario bajo el puente que cruza la rambla de Espinardo se acumulan importantes cantidades de sedimentos que han sido arrastrados por la corriente, y que es necesario retirar cada vez que se produce un evento importante de precipitación. Los vecinos del lugar comentan que vienen sufriendo las mismas inundaciones y en el mismo lugar desde hace más de 40 años.

Aguas abajo del puente citado existe una guardería, a medio construir, en el mismo cauce de la rambla. Este edificio dificulta el avance de las aguas, suponiendo un obstáculo que genera remanso hacia aguas arriba, siendo el nivel del agua que se alcanza en la actualidad mayor que el que se alcanzaba antes de la construcción del edificio para caudales similares. La Confederación Hidrográfica del Segura paralizó las obras en su día, y ahora los vecinos reclaman la demolición de la estructura.

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Desembocadura de la rambla a la llegada al pueblo de Espinardo

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Zona inundada en Espinardo en las inmediaciones de la guardería paralizada

PROPUESTA DE SOLUCIONES PARA EVACUAR LAS AGUAS PLUVIALES

En el documento “Anteproyecto del interceptor de las aguas pluviales del norte del municipio de Murcia. Tramo inicio túnel aguas abajo de la confluencia con la Rambla de Espinardo hasta el Río Segura” se definen los elementos que componen la infraestructura hidráulica necesaria para interceptar las aguas pluviales del norte del municipio de Murcia, en el tramo comprendido desde el punto aguas abajo de la obra de confluencia con la Rambla de Espinardo hasta el punto de descarga en el río Segura, con el fin de recoger el agua de las ramblas antes de que llegue a la ciudad y canalizarla de forma controlada hasta verterla al río Segura.

El tramo del interceptor del anteproyecto citado forma parte de un tramo más amplio cuya definición se recogía en el “Proyecto de Ejecución del Interceptor de Pluviales de la zona Norte de Murcia (Tramo Rambla de Churra-Río Segura)”, redactado por el Ayuntamiento de Murcia en Abril de 2008.

El tramo del interceptor proyectado se ha dividido en tres subtramos en función de la tipología y el procedimiento constructivo utilizado. Un TRAMO 1 que arranca aguas abajo de la arqueta de confluencia del colector principal con la Rambla de Espinardo, y termina en el P.K. 0+780. La sección del interceptor en este tramo está constituida por 3 tuberías en paralelo de hormigón armado Clase V de 3.000 mm de diámetro interior y 3.600 mm de diámetro exterior, un TRAMO 2 que parte del P.K. 0+780 y finaliza en el P.K. 1+225 bajo la Ronda Oeste y un TRAMO 3 desde el P.K. 1+225 y hasta el punto de desagüe en el río Segura. Este último tramo está constituido por dos cajones en paralelo de 5 metros de anchura y 3 metros de altura libre cada uno, separados mediante un hastial intermedio de 40 cm de espesor. La solera y el dintel tienen 60 cm de espesor y los hastiales exteriores, 50 cm, realizados todos ellos con hormigón armado HA-30.

Una vez analizado el proyecto, se consideró conveniente el estudio de diversas alternativas a las soluciones propuestas en dicho proyecto. En el Informe de viabilidad del Anteproyecto se dice textualmente, en relación al TRAMO 1:

“En el proyecto previo del Ayuntamiento de Murcia se consideraba en este tramo una tipología consistente en una conducción de 5 metros de diámetro ejecutada mediante tuneladora. Se ha considerado conveniente sustituir esta solución por tres tuberías en paralelo de 3 metros de diámetro, realizadas mediante tuneladora de escudo cerrado o tuneladora-rozadora de escudo abierto según las características del material atravesado, al tratarse de una solución técnicamente más viable y que requiere de mucha menor superficie de ocupación para la implantación de las instalaciones auxiliares necesarias. Además, esta solución presenta una mayor superficie lo que mejorará el comportamiento hidráulico del interceptor.

Sin embargo, la última afirmación resaltada en negrita no es correcta, ya que aunque es cierto que la nueva solución aumenta la superficie mojada, también es cierto que se aumenta en mayor medida el perímetro mojado, y por tanto se reduce el radio hidráulico, empeorando el comportamiento hidráulico del interceptor, tal y como demostramos a continuación:

Según la fórmula de Manning Q = 1/n * (A * Rh2/3 *I1/2)

Siendo Q el caudal en metros cúbicos por segundo, n el coeficiente de rugosidad de Manning, A el área mojada en metros cuadrados, Rh el radio hidráulico en metros (cociente entre el área mojada y el perímetro mojado) e I la pendiente.

Para la conducción de 5 m de diámetro:

– A1 = π * 52/4 = 25π/4 (m2)

– Pm1 = π * 5 = 5π (m)

– Rh1 = A1/Pm1 = 5/4 = 1,25 (m)

– A1 * Rh12/3 = 25π/4 * (1,25)2/3 = 22,777

Para las tres conducciones de 3 m de diámetro:

– A2 = 3 * π * 32/4 = 27π/4 (m2)

– Pm2 = 3 * π * 3 = 9π (m)

– Rh2 = A2/Pm2 = 3/4 = 0,75 (m)

– A2 * Rh22/3 = 27π/4 * (0,75)2/3 = 17,346

Por lo tanto con las tres conducciones el caudal total se reduciría en un 25% aproximadamente, y sería necesario disponer de una cuarta conducción de 3 m de diámetro interior para evacuar el caudal de diseño.

MANTENIMIENTO DE LA INFRAESTRUCTURA Y GESTIÓN DE LOS SEDIMENTOS

Es muy importante dejar claro quién va a asumir la gestión del mantenimiento de la infraestructura, es decir, si los costes correrán a cargo del Ayuntamiento de Murcia, de la Comunidad Autónoma, de la Confederación Hidrográfica del Segura, etc.

Las cuencas vertientes a las ramblas se caracterizan por ser altamente erosionables y por la escasez de vegetación, de manera que las ramblas aportarán un caudal líquido y un caudal sólido importante.

Por lo tanto, en una infraestructura de estas dimensiones hay que pensar en gestionar no sólo el agua sino que también el sedimento.

Habría que caracterizar bien el origen y el tipo de sedimento que va a llegar al interceptor y analizar el comportamiento hidrodinámico de la infraestructura, para averiguar los lugares donde se depositarán mayoritariamente los sedimentos, con la finalidad de diseñar unos depósitos de sedimentos eficaces y establecer una planificación racional y eficiente de las tareas de conservación y limpieza.