LAS JORNADAS DE INGENIERÍA DEL AGUA 2013 EN VALENCIA. RETOS PARA CÓRDOBA 2015

En este post comparto la experiencia vivida en las Jornadas de Ingeniería del Agua (JIA) que este año 2013 han tenido lugar los días 23 y 24 de octubre en Valencia, ciudad a la que tengo un gran cariño porque he vivido allí durante trece años. También planteo algunos retos para las siguientes JIA que se celebrarán en el año 2015 en Córdoba.

Nada más llegar a Valencia recibí un gran regalo al encontrarme con Vicente Fullana, al que hacía alrededor de doce años que no veía, y al que tuve la suerte de tenerlo como profesor en las asignaturas de “obras hidráulicas” y “riegos y drenajes” de quinto y sexto curso respectivamente. Al día siguiente volví a conversar con él y tuve ocasión de mostrarle el contenido del póster con el que participé en las Jornadas, y que trataba sobre las crecidas relámpago (Flashflood) en la Rambla de Nogalte en Puerto Lumbreras. Vicente me aportó unas ideas muy interesantes para resolver la problemática existente en esta cuenca.

La Jornadas han estado geniales. Debido a la elevada participación se han concentrado un gran número de ponencias en tan solo dos días. Las ponencias de gran calidad y de diez minutos de duración corrieron en paralelo el primer día en cuatro salas distintas, abordando las cuatro temáticas del evento, es decir:

– Dinámica fluvial, de embalses, estuarios y humedales.

– Hidrología, usos y gestión del agua.

– Agua y ciudad.

– Estructuras hidráulicas.

El segundo día las ponencias versaron sobre el tema monográfico elegido en esta ocasión acerca de la protección contra los riesgos hídricos.

La organización del evento me ha parecido muy profesional, desde las “personitas de azul”, pasando por el comité científico, el comité organizador, el comité permanente y muy especialmente los participantes; y es que aquí pasa algo similar a lo que ocurría en la universidad, que lo mejor no es ni el edificio, ni el profesorado, sino que los estudiantes.

Se percibía un clima de cordialidad entre los organizadores y los participantes. En líneas generales las personas parecían relajadas. El disponer de un lugar al aire libre para las pausas y las comidas ha contribuido positivamente a la creación de este buen ambiente.

Desde el primer minuto me propuse disfrutar del momento, aprovechar todas las ocasiones para hablar con la gente y convertirme en ese observador que mira sin juzgar, con la firme intención de aprender. Quizá estas actitudes me han permitido caer en la cuenta de ciertos aspectos o retos para las siguientes JIA 2015 en Córdoba.

PRIMER RETO: por tratarse del primero, se trata de un gran reto y consiste en volver a colocar en el lugar que se merece el hecho de realizar cálculos sencillos, con la finalidad de tener un orden de magnitud de algunos problemas en ingeniería del agua, con una aproximación suficiente al fenómeno y no un resultado exacto del mismo, teniendo muy claro lo que estamos haciendo. Una aproximación en la que el esfuerzo invertido sea considerablemente menor que el utilizado en hacer un número más exacto, admitiendo una desviación del resultado o tolerancia del lado de la seguridad.

En la introducción al libro “Números Gordos en el proyecto de estructuras” se puede leer la siguiente historia:

Contaban que un sabio profesor pidió a un joven ayudante que calculase, mediante un nuevo programa, la altura de ola de un pantano. El profesor había hecho un número gordo y había obtenido unos 20 cm. El joven, después de dos semanas, dio con un resultado de 1,30 m de ola. El profesor le recomendó que lo revisase, que parecía mucho. Una semana más tarde el ayudante encontró el error, recalculó la ola y obtuvo 1,5 cm. Sin estar satisfecho, el profesor le pidió al alumno que repasase el cálculo. Tras varios intentos más, el ayudante obtuvo una altura de ola de 23 cm. El profesor comprobó el modelo, repasó el cálculo y concluyó que ésa era la solución correcta.

Me pregunto ¿Por qué no existe un libro de números gordos en ingeniería del agua? Personalmente estaría encantado de ofrecerme como colaborador para llevar a cabo esta iniciativa.

Los ingenieros, además de operar con ordenadores, no debemos olvidar echar el número gordo haciendo uso de la fórmula que mejor se adapte al problema en cuestión. Y después afinaremos con metodologías más complejas para optimizar la solución.

SEGUNDO RETO: atraer a más personal de la empresa y de la Administración, y a ser posible que trabajen sobre el terreno, en campo, a pie de obra, en contacto con personas del lugar, etc. Se trata de encontrar un equilibrio entre el personal con un perfil investigador, científico, de oficina, de laboratorio, etc. Y el personal con un perfil más experimentado en la práctica. En caso contrario corremos el riesgo de perdernos una sabiduría y un sentido común insustituibles. Además procediendo de esta manera conseguiríamos reducir la gran distancia que todavía hoy existe en España entre la universidad y la empresa.

TERCER RETO: dar más voz a los más pequeños, ¿y quiénes son? Pues se trata de las pymes, las microempresas e incluso de los autónomos (como el que suscribe). Es una realidad que no podemos contribuir económicamente como una gran empresa a las Jornadas, pero si somos muchos la cosa cambia. Además todo apunta a que en los próximos años las empresas cada vez serán más pequeñas y más especializadas, por su flexibilidad y por su capacidad de adaptarse a los cambios.

CUARTO RETO: trabajar y aportar más conocimiento sobre las situaciones extremas de sequía, ya que en estas Jornadas ha quedado patente que los técnicos las hemos dejado un poco de lado, y hemos preferido presentar trabajos relacionados con las inundaciones.

EquilibrioSequiasInundaciones

Figura 1. Equilibrio entre las inundaciones y las sequías

QUINTO RETO: abordar la problemática de la calidad de los datos. Acotar las incertidumbres asociadas a la medición de la precipitación y a la medición de caudales mediante aforos directos, en función de la tecnología y la metodología empleadas. Todo ello para acercarnos más a la realidad y para evitar lo que los americanos denominan en modelación numérica “rubbish in, rubbish out”

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Figura 2. Calidad de los datos